Alma 22:27-35
Muchos Santos de los Ultimos Días esperan que se reciba nueva información que haga posible la ubicación de la ciudad de Zarahemla o algún otro lugar clave de la época nefita, pero hasta que ello ocurra, la siguiente declaración sigue siendo un consejo valido:
"Nos sentimos sumamente complacidos al notar la manera en que aumenta el interés de los miembros de la Iglesia en este libro sagrado, el cual contiene la plenitud del evangelio de Cristo y provee la sabiduría que conduce a la salvación a quienes lo estudien y oren sobre el contenido de sus paginas sagradas. Este registro aclara también, mas que ninguna otra obra, muchos enigmas relacionados con la historia del mundo antiguo, en particular sobre este continente occidental. Pero a pesar del valor que el Libro de Mormón tiene como doctrina e historia, es posible también que se le utilice para un propósito diferente para el que se creó, lo cual resultarla más perjudicial que ventajoso para la causa de la verdad, y consecuentemente para la obra del Señor.
"Estos pensamientos surgen como consecuencia del hecho de que los hermanos que disertan sobre las tierras de los nefitas o en cuanto a la geografía del Libro de Mormón no son unánimes en sus conclusiones. No hay ni siquiera dos de ellos, según sabemos, que concuerden en todos los puntos, y en muchos casos las diferencias geográficas alcanzan decenas de millares de kilómetros. Esta diversidad de opiniones lleva a la discusión, a la contención y a la duda, por lo que creemos que se produce mas confusión a causa de estas divergencias que el bien que pueden aportar algunas verdades deducidas de ellas.
"¿Cómo es que hay tanta diversidad de ideas sobre este tema? Sencillamente porque el Libro de Mormón no es un libro de geografía; no se escribió con el objeto de enseñar posiciones geográficas. Usualmente lo que se nos dice de la ubicación de los distintos territorios o ciudades de los antiguos jareditas, nefitas y lamanitas es sencillamente un comentario al pasar que se relaciona con la parte doctrinal o histórica de la obra; casi invariablemente solamente llega a ser una declaración de la posición relativa de alguna región o ciudad, y en ninguna parte nos da la ubicación exacta ni los limites para poder situarlas con exactitud y sin temor a cometer un error.
"A menudo se le ha solicitado a la Primera Presidencia que prepare algún mapa ilustrativo de la geografía nefita, pero esta nunca ha consentido en hacerlo. Ni hemos sabido que ninguno de los Doce Apóstoles haya emprendido esa tarea. La razón es que sin contar con mayor información, ni siquiera están preparados para hacer sugerencias al respecto. Se necesita la palabra del Señor o la traducción de otros anales antiguos para poder aclarar muchos puntos todavía obscuros sobre los que, como ya hemos dicho, ni siquiera dos investigadores de la materia se han podido poner de acuerdo. Usualmente sucede que un entendido en la materia ubica una ciudad en el istmo de Panamá, otro la ubica en Venezuela y un tercero en Guayana o en el norte de Brasil, con lo cual es evidente que los mapas preparados por estos hermanos confundiría en lugar de aclarar; y si difieren tanto en puntos tan importantes, es imposible que la posición relativa no se encuentre también ampliamente separada.
"Por estos motivos tenemos fuertes objeciones a la introducción y circulación entre nuestro pueblo de mapas que manifiesten dar la ubicación de las ciudades nefitas y de sus colonias. Como ya hemos dicho, esos mapas tienden a confundir en lugar de iluminar, y dan lugar a discusiones que conducen a la división de opiniones con un resultado nada provechoso. No vemos la necesidad de poseer mapas de esa índole, los cuales se trazarían de acuerdo con la imaginación de quienes los prepararan; y, por lo tanto, esperamos que no se intente publicarlos. Naturalmente, no hay daño en estudiar la geografía de este continente en la época en que los nefitas colonizaron, extrayendo del libro toda la información posible que se ha traducido para nuestro beneficio. Pero no creemos que por el momento sea necesario ir mas lejos, según nuestra opinión, porque esta bien claro que sólo conseguiremos perjudicarnos." (George Q. Cannon, "The Book of Mormon Geography", Juvenile Instructor, enero de 1890, págs. 18-19.)
Tomado del Manual de Instituto
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