Enós 1:26-27
Enós sabia que al morir descansaría en el cielo con su Redentor. De acuerdo con José Smith, "la palabra profética más segura significa que un hombre sepa, por revelación y el espíritu de profecía, que esta sellado para vida eterna" (D. y C. 131:5). Esa fue la recompensa particular de Enós por vivir una vida de fidelidad a Dios. No podemos menos que examinar nuestra propia base espiritual y preguntarnos cómo nos sentiríamos si fuésemos llevados a enfrentarnos cara a cara con Jesús. ¿Podríamos, como Enós, ver "su faz con placer" (Enós 1:27), o nos esconderíamos la cara al recordar con dolor los pecados de los que no nos hemos arrepentido?

Tomado del Manual de Instituto