Mosíah 23:1-39
Esta sección de nuestro estudio nos explica cómo los lamanitas llevaron cautivos a Alma y a su pueblo y como los pusieron bajo la autoridad de los sacerdotes inicuos del rey Noé. Aunque Dios "ablandó el corazón de los lamanitas" (vers. 29), no liberó a Alma y a su pueblo durante algún tiempo. ¿Qué razones pudo haber tenido el Señor para permitir que un grupo de gente justa sufriera? ¿Qué otros propósitos pudo haber tenido en mente para permitir que Alma y sus hermanos quedaran bajo el dominio de hombres que no obedecían sus mandamientos? (Véase Mosíah 24:13, 14.) En Isaías 55:8-l1 se nos dice que los caminos de Dios no son los del hombre. En su sabiduría perfecta, ciertamente había razones importantes para seguir probando la fe del pueblo de Alma y permitir que los inicuos sacerdotes continuaran con sus maldades.
El versículo 14 enseña un importante principio que todos haríamos bien en recordar. Hay ocasiones en que, como alumnos de un centro de estudio, debemos sentarnos ante maestros que no son hombres de Dios. La mayoría de las veces tenemos la obligación de asistir a esas clases. Pero como tenemos el conocimiento del evangelio, podemos sopesar lo que se enseña y compararlo con las normas que se encuentran en las Escrituras y en los consejos de los profetas vivientes. De esa manera podemos determinar por nosotros mismos que es verdad y si los que no son hombres de Dios (aunque sean nuestros maestros) enseñan lo que no es verdad.

Tomado del Manual de Instituto