¿Qué significa luchar ante Dios?

Enós 1:2-4
Enós no luchó con Dios; el relato dice que lucho ante Dios. ¿Pero quien, además de Dios y Enós, estaba presente durante la larga lucha que tuvo lugar? Nadie; Enós luchó solo. A veces el mayor esfuerzo se hace cuando se contiende consigo mismo ante el Señor. Tal lucha es el esfuerzo por encontrar y expresar los deseos verdaderos de uno mismo, los que a veces están ocultos detrás del pecado, de la evasión y del encubrimiento. La lucha con uno mismo exige meditación y concentración. Significa ir mas allá de una oración rutinaria; es verter verdaderamente el alma en palabras que se elevan, y ofrecérselas a Dios. Las repeticiones dejan de ser vanas, trilladas e insinceras, volviéndose cada frase en una expresión de un vivido deseo. Este deseo es el anhelo de hacer la voluntad de Dios. El Espíritu Santo ayuda y guía esas oraciones, e "intercede por nosotros con gemidos indecibles" (Romanos 8:26). Pingase atención en las palabras que Enoc escoge en estos versículos: "profundamente" (Enós 3), "tuvo hambre", "clame a él con potente oración y suplica", "clame todo el día", "aun elevaba mi voz en alto" (vers. 4).
Enós nos dice que primero oró por su alma. No se puede bendecir a los demás con la verdad en tanto no se atienda la propia alma. Tanta era la determinación de Enós de convencer a Dios, que clamó todo el día hasta entrada la noche. Cuando se esta en estado de pecado y se desea el perdón, hay mucho de que hablar con el Señor. El alma de Enós tenia hambre. El suyo fue un esfuerzo supremo porque se le oyera.

Tomado del Manual de Instituto.

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