"En el libro de Génesis se nos dice que Adán obtuvo su cuerpo del polvo de la tierra, y el que no estuviera sujeto a la muerte lo sugiere el mandamiento que el Señor le dio, de que si transgredía el mandamiento divino y comía del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, ciertamente moriría. (Génesis 2:17.) En el Libro de Mormón nos dice categóricamente que Adán habría vivido para siempre en el jardín si no hubiera participado del fruto prohibido. De manera que en ningún sentido era mortal antes de su transgresión. Es muy cierto que su espíritu vino de otro mundo, tal como lo es en el caso de cada uno de nosotros, pues todos vivimos en la existencia espiritual antes de venir a este mundo y obtener cuerpos que heredaron la mortalidad por medio de la caída de Adán."
"Cuando se puso a Adán y a Eva en el Jardín de Edén, no había sangre en sus cuerpos. Se mantenían vivos por medio del espíritu; por lo tanto, estaban en un estado en el que podían haber vivido para siempre, así como también toda otra criatura allí existente. Cuando Adán cayó, el cambio se produjo sobre todas los demás seres vivientes, y aun la tierra misma se torno mortal. Pero de la misma manera, todas las cosas incluyendo la tierra se redimieron mediante la expiación de Jesucristo."